¿Cómo tener éxito en la primera cita?
Actualizado por última vez en: 17 junio, 2016
Ya está, ¡acaba de conseguir su primera cita! Después de muchos intercambios (chat, SMS, correos electrónicos y llamadas) y sus variados esfuerzos por romper el hielo, él/ella ha aceptado su invitación para tomar un primer trago. ¿Siente presión? Es normal, una primera cita no se improvisa. Para tener éxito en una cita en línea y transformarla en una relación “real” es necesario un mínimo de preparación. Por lo pronto, tenga en cuenta que si le han dicho que “sí” es porque usted ha dado (desde ya) una primera buena impresión. Su objetivo será entonces confirmarlo y aumentar el nivel de interés recíproco de manera que su conquista se diga al volver a su casa: “¡no es como los demás!”.
Confirmar la primera impresión
Su objetivo es confirmar la primera impresión (sin llevar a cabo una seducción atropellada). Seguramente compartan varios puntos en común, lo que le puede brindar temas de conversación para profundizar y conocerse. En resumen, no es porque haya conseguido la primera cita que ya detenta un premio internacional al gran seductor. En realidad, el partido recién comienza. No trate de conquistar a su compañera o compañero a cualquier precio desde el primer encuentro, corre el riesgo de lamentarlo. Rozar el pie por debajo de la mesa, tomarle la mano o abrazar lánguidamente no es para ahora…¡un poco de paciencia, por favor!
Esta primera cita le da sobre todo la oportunidad de (realmente) descubrirse. Para evitar cualquier malestar, la mejor solución es abordar temas comunes (sobre los cuales ustedes quizá ya hayan hablado durante su cita en línea) o crear nuevos lazos: sus universos respectivos, sus recuerdos, etc. Sus puntos en común les permitirán resaltar su compatibilidad. En teoría, usted ya cuenta con algunos temas de conversación de sus charlas previas, ¡es entonces el momento perfecto para profundizarlos!
Interesarse por su interlocutor
Generalmente, en este tipo de situación se tiene la tendencia a querer llenar los vacíos a todo precio e incluso a tener el monopolio de la conversación. Estresado o no, es necesario controlar este aspecto que puede rápidamente convertirse en algo frustrante para su interlocutor. Es preferible hacer preguntas (abiertas) e indagar en las respuestas. Demostrar el interés por el otro requiere implicación y escucha. No simule y muestre una implicación verdadera. Asimismo, deberá evitar ponerse en primer plano para ganar puntos como sea. No está ahí para hacer una lista detallada de su CV o una enumeración de sus cualidades, hazañas o éxitos.
Es conveniente evitar los temas políticos, sociológicos, sus certezas más arraigadas u opiniones tajantes sobre una cuestión. Permanezca neutral y evite los temas delicados. Además, sería inapropiado realizar cualquier tipo de valoración o juicio sobre asuntos de la otra persona.
Disfrute
¡El buen humor es comunicativo y también contagioso! Así que para poner todas las fichas de su lado, tenga en cuenta que un poco de dinamismo, humor y algunas bromas son valores agregados que pueden jugar a favor del buen desarrollo de su cita.
En efecto, usted no está jugándose la vida o su carrera, de modo que relájese y disfrute. Una o dos bromas para distender la atmósfera harán sonreír a su compañera o compañero. El humor es una verdadera arma de seducción, pero no abuse sobre todo si usted no es un humorista de nacimiento.
Galantería y buenos modales
Aunque usted no tenga alma de caballero, puede igualmente respetar algunas reglas de buena educación, con el fin de demostrar que es una persona con roce social.
Los hombres tendrán la iniciativa de pagar la cuenta por los dos, aunque esto quizá no se dé de manera automática. Las mujeres tal vez protesten (por la forma), pero usted puede justificarse respondiéndole que lo hace con mucho gusto y que ella tendrá la ocasión de devolverle la gentileza la próxima vez que se vean. Sin embargo, no insista si ve que esto incomoda a su invitada (algunas mujeres no aprecian esta galantería y desean poner de manifiesto su independencia).
Aquellos que se sientan cómodos podrán demostrar sus buenos modales bajo la forma de pequeñas atenciones: abrir la puerta, acomodar la silla para sentarse, llenar el vaso, ayudarle a ponerse el abrigo, etc. Pero, de nuevo: no exagere porque podría incomodarla.
El después de la cita
Algunos lo harán sin pensar, pero otros tal vez lo olvide, por eso nos permitimos recordarle que enviar un SMS una hora después de la cita es una muy buena idea. Aún si usted tiene la convicción de que la reunión estuvo muy bien y que ella o él comparte esta opinión, es gratificante recibir un pequeño mensaje para reafirmar esta apreciación. Esto también es una manera indirecta de dar a entender el interés por una segunda cita. Por ejemplo: “He pasado una velada genial, lo repetimos cuando quieras”.
Mida sus palabras si no siente la misma intensidad en la motivación de su compañero o compañera y espere su reacción antes de lanzarse de nuevo.
Si no recibe respuesta en la semana que sigue a su primera cita, puede tragarse su orgullo y permitirse alguna aproximación, dejándole la iniciativa del siguiente SMS para una eventual próxima cita.