Hombres: El juego de la seducción
Actualizado por última vez en: 17 junio, 2016
Saber seducir es un arte que no todos tienen la suerte de tener. A menos que seas la viva imagen de Bradley Cooper, las chicas no van a lanzarse a tu pies y no van a suplicarte que les hagas el favor de concederles una cita. En resumen, tu no eres ni guapo ni feo, sino simplemente normal, como casi el 90% de las personas (pero es ese pequeño “no sé qué” el que te otorga todo tu encanto). El arte de seducir requiere algo de talento y, sobre todo, mucha audacia, pero es inútil que pretendas ponerte en la piel de James Bond para volver loca a la chica que quieres conquistar. Para lograr expresar tus sentimientos con la mayor delicadeza, te sugerimos que seas con atención nuestros consejos de seducción. Con ellos vas a encontrar las armas necesarias para persuadir a cualquier mujer y convencerla para que salga contigo, independientemente de tu personalidad.
Los principios básicos de la seducción
Cada mujer es única, es totalmente subjetivo decir que esa táctica será efectiva en el caso de una chica o de otra. A pesar de todo, la seducción está basada en unos criterios comunes que son: las cualidades masculinas que hacen estallar (mucho) el interés de las mujeres, la comprensión de las etapas de la seducción y, sobre todo, la motivación para tomar las riendas de ese juego.
Para ganar puntos y ser visto como un buen partido, tienes que cultivar determinadas cualidades muy valiosas a los ojos de las mujeres, tales como: inspirar confianza, tener sentido del humor, o, aún más, demostrar habilidades sociales.
Ligarse a un chica es un proceso por etapas. Los que se ocultan en el montón generalmente se convierten en invisibles … Así que toma tu tiempo para interpretar las señales que te ayudarán a dar el siguiente paso.
Satisfacer a una mujer requiere que muestres iniciativa. Tu personalidad, tu energía y tu buen humor son tus mejores armas para demostrarle que es especial. Tú no eres como los otros chicos, por lo que mereces que ella te presta la máxima atención.
Seducir: un juego lleno de desafíos
Para facilitarte la tarea puedes considerar la seducción como un juego. Al principio de la partida tienes algunos datos sobre la mujer concreta (una mezcla sutil entre su actitud, su mirada y su carisma). Con tu valor, tu madurez, tu inteligencia y tus habilidades sociales puedes llegar a entenderla mejor y hacer que se sienta más cómoda, ganando su confianza y acabar por seducirla.
También puedes desarrollar tus habilidades: tener una mente abierta(saber hablar de todo), inspirar simpatía, expresar tu masculinidad (las mujeres adoran a los hombres de verdad) y desarrollar tu autoestima.
Actualmente existen algunos hombres que se enfrentan a diversos complejos que puede disminuir su capacidad de seducción. Por otra parte, los “prejuicios” son también un obstáculo, dado que “el hábito no hace al monje”. Por lo tanto, evita pensar cosas como que “esa rubia es muy superficial”, antes incluso de haberle dirigido la palabra. ¡No es necesario que te cierres las puestas a ti mismo!
En resumen, cuando te lanzas al juego de la seducción, puedes tener más o menos ventaja (y por lo tanto, alcanzar un éxito más o menos intenso). Por el contrario, todo el mundo puede mejorar y aprender de sus errores. Los seductores más experimentados han tenido que asumir primero muchos fracasos (sí …). El objetivo de este juego consiste en afrontar tus propios miedos y salir al encuentro de otros nuevos. Tu saldrás ganando desde el momento en el que consigas convertir tus encuentros en aventuras sentimentales concretas. Como en todos los juegos, te enfrentarás a rivales, habrá perdedores e, incluso, tramposos. Pero también puedes convertirte en el campeón de la seducción si sigues las reglas y tomas las riendas del partido.